Como una plaga malvada y altamente contagiosa, gracias a su pequeño tamaño y portabilidad, están invadiendo con rapidez las estaciones de tren, el metro, las playas, los parques, la calle, los ascensores, los centros comerciales... pronto no quedará nada ni nadie a salvo de ellos.
Propongo una ley urgente de auriculares obligatorios. O por una vez estoy de acuerdo con la SGAE: por favor, señores ladrones, impongan una tasa tan alta que nadie se pueda comprar semejantes elementos de tortura.
domingo, 28 de octubre de 2007
Loropolitónicomanía
Publicado por minimono en 2:43
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