lunes, 31 de diciembre de 2007

Bichobola

El Bichobola va viento en popa. Como lo tenemos debajo de casa nos pasamos semanas mirando a través de las puertas entreabiertas hasta que se puso en marcha. Impacientes, nos colamos dentro una noche que se fue la luz y acabamos comiendo, bebiendo y riéndonos entre velas sin importarnos. El segundo día estaban completos por las cenas navideñas pero cuando tirábamos para Ponzano salieron a buscarnos y nos hicieron un hueco en el que se nos pasaron las horas volando. Como a mi compi de piso, me gusta la presa ibérica con ñoquis al pesto. Añadiré que el ceviche me pareció mejorable y que tengo ganas de probar la especialidad de la casa, que ese día se les había acabado.

El bolsillo agujereado de la guerra de Irak

15.000 millones de dólares al mes
Es lo que se gasta EEUU en la guerra de Irak, según ha desvelado un senador del Partido Republicano.

(cita del campo de tiro de Íñigo Saenz de Ugarte)

domingo, 30 de diciembre de 2007

Once: Chico conoce a chica en Dublín

(Quien quiera ir a ver la peli que no lea esto)

Once, de John Carney, empieza cuando alguien se detiene a escuchar a un músico callejero. Cuando espera a que acabe la canción para decirle que tiene talento. Cuando el músico tiene tiempo para contestar.

Es el esqueleto de una peli de chico conoce a chica en el que sólo hay música, tocada a cuatro manos. Alrededor de ella, gravita una energía arrolladora que levanta del suelo corazones rotos, aspiradores, una habitación de adolescente para un cuerpo de treintaymuchos, un sofá y una tele compartidas, la ausencia de un piano propio y lo que se le ponga por delante.

Las canciones de Glen Hansard, para mí, son too much irish rock folk, prefiero el piano de Marketa Irglova, pero he salido del cine con las lagrimillas resistiéndose a caer y he dejado que el frío se me metiese por debajo del jersey antes de inspirar y ponerme a caminar sola sin ninguna dirección clara.

La primera canción que suena tras encontrarse en la calle es And the healing has begun, de Van Morrison:

Corredores piratas en la San Silvestre

(Riiiiiiiiiiiiiiiiinggggggggg, riiiiiiiiiiiiiiinggggggg)

- Hola, bla bla,
- Hola D., bla bla
- ¿Te apuntas a correr mañana a la San Silvestre? Empieza a las siete.
- ¿Pero qué dices? ¿Cinco kilómetros el día de Nochevieja?
- No, diez, pero tranqui, es todo cuesta abajo hasta que llegas a Vallecas y ahí, cuando empieza la subida, mucha gente, incluidos nosotros si te apuntas, se van de cañas.
- Plan genial. Mapunto.

Me ha acabado de convencer la idea de que ni dorsal ni nada, pasando de pagar 18 euros e ir encima haciendo propaganda de Nike. Nos hacemos corredores pirata de la Sansil y aprovechamos para ver las venas de la ciudad vacías de coches y conocer los bares de Vallecas. Suena bien, no? La única pega del plan es pensar que va a estar lleno hasta los topes de vigoréxicos que se lo toman en serio y avisan que te compres el dorsal lo antes posible porque se van a acabar enseguidita. Corre, coooooooooorre.

Si alguien va que avise y nos ponemos una florecilla roja en el pelo a ver si no se nos cae y nos encontramos por puta casualidad, que cosas más raras han pasado.

P.S. Pirata, si cambias de opinión y te animas, yejeeeeeeeeeeeeeeee. Tengo unas ganas loquísimas de verte.

La falta y el exceso

Algo ya se había descompuesto en mi familia antes de mi nacimiento. Mi padre ya tenía su enfermedad, el sexo. Al parecer la había contraído en la pubertad. Al parecer los suyos lo echaron por esa razón. Es verdad que se nota a primera vista que se trata de un hombre siempre al acecho. Acosa sin hacer distinciones. Faldas, almalafas, hijabs... La edad no importa mucho. Tampoco el lazo de parentesco.

Cuando no hay ninguna mujer cerca, sueña con ella. Glotonamente. Recogido en sí mismo, eructa y ronronea. Se echa hacia atrás el turbante. Se rasca la frente. Pasa una mano febril por todo su cuerpo, la hunde en el fondo de su saroul. Sus ojos se consumen. Su bigote se estremece.

A mi madre no la conocí. Mi infancia está marcada por su ausencia tanto como los excesos de mi padre. La falta y el exceso. Dos enormidades opuestas y sin compensación.

Así arranca Sueños y asesinos, un libro fuerte de la escritora argelina Malika Mokeddem.

Tentáculos alterados

Buscábamos unos porritos para descojonarnos por no llorar del paraíso verde golf, azul piscina, blanco plástico, rosa guirijubilado, rojo tomateraf en el que están convirtiendo Almería.

Pero varios no sé, no tengo, no entiendo más tarde, nos rodeaban tentáculos alterados en un garaje con música electropopi y nos dejamos enrollar y succionar, pese a la advertencia de la dj con esta cancioncilla que el hombre del año del cine español, J. A. Bayona, ha puesto en imágenes:

sábado, 29 de diciembre de 2007

Triángulo negro invertido

Los coños depilados me parecen infantiles, sin fuerza, de estrella porno artificial.

Dije algo parecido, con algunas cervezas encima, en una conversación rodeada de tíos y todos me llevaron la contraria con mayor o menor convicción: Es un placer comerse un coño rasurado, desde que lo probé, cuando veo uno me lanzo directo, ¿Tenemos delante a Mr. Pussy?, me preguntó en voz baja y excitada la otra tía del grupo, en referencia a un episodio de Sexo en Nueva York, Son más suaves y resbaladizos, Se pueden observar mucho mejor, Me encanta el sonido que hace cuando follas, es mucho más nítido.

¿Más nítido?, me fui a casa pensando en ese matiz y al comentarlo con un amigo me dijo que era cierto siempre que el tío también estuviese rasurado y añadió que a ellos les molaba afeitarse para verse el rabo más grande.

La conversación pasó a un cajón cerebral hasta que esta tarde se repitió con un grupo de lesbianas de la urbanización naturista: Si me encuentro un coño todo peludo me muero del susto, yo hace años que me lo depilo, afeitármelo sólo me lo afeité una vez porque después te mueres del dolor, hay que hacérselo con cera, A mí me gustan muy arregladitos, con algo de pelo pero muy cortitos, es más higiénico y estético, Yo era una feliz peluda-coñil pero una vez me obligaron a depilarme y me gustó mucho la sensación, Las hetero sois mucho más reprimidas en esto.

¿Más reprimidas?

Última hora de la vida caracol

¿Cómo dormir en siete camas en dos semanas y no morir en el intento?

Antes de empezar este reto navideño para el que llevo años de ensayos forzados, preparé a conciencia un bolso que dejaba pequeño al de la nanny supercali- fragilística pero, nadie esperaba menos de mí, me lo dejé en la tercera parada de la maratón de casas y la idea de sobrevivir con éxito se hizo pedacitos.

Orígenes de la vida caracol

Empecé a ensayar la vida caracol cuando mi padre desapareció de casa y reapareció en otra con bañera de hidromasaje en la que se metía con una bruja pelirroja (y donde teníamos prohibido jugar, pero jugábamos, claro). Siempre decía que mi casa (burbujeante) es tu casa pero como no me compró nunca ni cepillo de dientes empecé a acarrear arriba y abajo un botiquín de necesidades básicas cada dos findes al que, con el tiempo, se añadió un bikini -porque la bruja pronto quiso una piscina y se escandalizaba si nos veía nadar en bolas-, tampax, cremas antiacné, un walkman, cera tebia, preservativos, píldoras anticonceptivas, chocolate, papel de fumar y una larga lista que ha servido de punto de partida a las posteriores excursiones nocturnas a casas ajenas.

martes, 25 de diciembre de 2007

post navidad

He sobrevivido a otra navidad, a otro día de vestirme, peinarme, pintarme y perfumarme como una niña buena para complacer a la familia, de sonreir y dar besos a todos mis tíos y primos, de sentarme a la izquierda del patriarca como nieta predilecta que soy, de poner buena cara a todas las fotos para el álbum, de comerme todo lo que me ponían en el plato, de retirar la mesa caminando erguida sobre tacones, de aguantar la soporífera sobremesa con sonrisa de postre.

He llegado a casa y me he puesto a vomitar en el blog lo que he estado pensando mientras me sentaba en el salón con las piernas bien cerraditas y la espalda recta (bueno, las guarradas que me apetecía hacer con el pirata y en las que también he pensado ya se las susurraré al oído cuando venga a secuestrarme).

Pero después, al desaparecerme toda la rabia leyendo a Sonix a punto de volar me he dado cuenta que necesitaba algo suave antes de meterme en la cama. Y entre los vídeos de Au Privave, he encontrado esta joyita de Dexter Gordon, que espero que a vosotros también os guste:

Placeres mínimos VIII

Reconstrucción de mamá después de noches locas en Madrid a base de: comida de escándalo + siesta + baño con espuma + cremas hidratantes de chanel (las suele tener guardadas bajo llave) + masaje de mi hermano + pijama + cena ligera + peli + diez horas seguidas de sueño en una habitación silenciosa y oscurísima.

El divorcio es perjudicial para el medio ambiente. ¿Y a mí qué?

Un estudio publicado por dos profesores de la Universidad de Michigan y analizado por EL jefe concluye que el divorcio/separación tiene un coste medioambiental muy alto porque el personal suele tirar gran parte de lo que tiene en común (no te digo nada si es los que se separan son de la República Ikea indesmontable) y comprarse dos ejemplares de cada en sus nuevas casas.

El análisis me encanta y lo recomiendo pero el estudio me pone los pelos de punta. ¿Y a mí qué me importa que los divorcios contaminen?

Porque lo primero que me viene a la cabeza es que enseguida saldrá otro estudio que dirá que independizarse también contamina (claro, imagínate, un raro ejemplar de joven independiente que encima tiene tiempo para ir al super y compra (muchas latas de cerveza y/o cocacola y) dos manzanas en una bandeja de porespán, una pechuga de pollo -sin preguntarse qué hacen con el resto del bicho-, mini latas de aceitunas porque las grandes no se las acaba, champú en sobres porque no sabe si esa noche dormirá en su casa o en casa de su novio o novia, etc.).

Y si sale ese estudio nos empezarán a decir que es buenísimo para el medio ambiente vivir en casa de los padres hasta los 50. O que es buenísimo compartir piso con otras cinco personas porque así que te sale la habitación de 3x3 al razonable precio de tan sólo 300 euros... Ya les veo fabricando informes de este tipo para argumentar el corte de grifo de las subvenciones (una vez los alquileres ya se hayan disparado, claro, a una amiga le decían que los estaban subiendo los 200 euros de Zapatitos porque saben que los jóvenes dispondrán/emos de esa pasta desde enero).

Me pregunto qué pasaría si los que se divorcian y cambian un sofá viejo por dos nuevos hubiesen seguido sentados en el mismo sofá con sus cuerpos ya marcados en él pero con dos churumbeles encima. La cantidad de plástico consumido en los pañales digo yo que hubiese sido peor para el medio ambiente, no?? ¿O al final va a resultar que la culpa de que se hunda el planeta va a ser de esas mujeres progres y rojas, que no aguantan nada y se separan? ¿O los del Opus y afines -empezando por la coneja familia real española- que llevan millones de criaturas a cuestas van a recibir un premio de las manos del nuevo mesías Al Gore? Joder, cómo está el patio.

Placeres mínimos VII

Llegar a casa y que estén acabando de prepararme un riquísimo pescadito al horno y me ofrezcan una copita de vino tinto (para empezar) en la cocina.

Temporada de rebajas en las dictaduras asiáticas


En un lugar del mundo donde aún no han llegado los anuncios a bombo y platillo de los divinos pisos de 30 metros ni las promesas de Zapatero de convertirse en el compi de piso ideal pagando 200 euros cada mes sin ocupar ninguna habitación...

Un hombre fue a quejarse al curandero porque no podía dormir: "desde que mi nuera ha tenido a nuestro quinto nieto ya no puedo pegar ojo. Los dos pequeños no dejan de llorar, el otro vomita noche sí y noche no, mi hijo ronca con tanta fuerza que toda la casa se tambalea, mi mujer me despierta a codazos porque dice que se muere de calor si me acerco, los mosquitos me comen vivo desde que ya no tengo sabor a chimenea. Deme algo, me voy a volver loco".

El curandero, considerado el hombre más sabio del poblado, le contestó: "meta usted una de sus vacas en casa y vuelva en tres días". Volvió el hombre en la fecha indicada y, preguntado por su insomnio, contestó: "Es todavía peor, ya no queda espacio ni para dormir boca arriba, tenemos que dormir todos de lado, encima el olor es insoportable. Por favor, deme algo." El sabio le contesta que meta un gallo en casa y vuelva al cabo de tres días. Al regresar, el hombre está muy enfadado: "El gallo se pone a cantar antes incluso que nos levantemos a rezar y me roba unos minutos en los que casi siempre estaba dormido. Las ojeras me llegan al suelo, por favor apiádese de mí".

El curandero le contesta sin inmutarse que debe meter un caballo en casa y volver al cabo de tres días. Perplejo, el hombre obedece una vez más pero cuando regresa está furioso: "sus soluciones me van a matar. Ahora ya no duermo ni yo ni nadie en casa, el caballo relincha, ha mordido a mi nuera, ha roto la pierna a mi mujer de una coz y ahora tengo que ir yo a la compra. Se ha vuelto usted loco?".

El hombre recibe la orden de sacar al caballo y el gallo de casa pero dejar la vaca. Al cabo de tres días regresa con una sonrisa de oreja a oreja y contesta a la pregunta habitual: "Estoy Muchísimo mejor, hoy finalmente he podido dormir otra vez durante toda la madrugada, me encuentro muy recuperado".

Pensaba en esta fábula oriental cuando el presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, levantó el estado de excepción (que había impuesto para salvar su cuello) y anunció elecciones para enero, recibiendo felicitaciones y palmaditas en el hombro de todos los líderes occidentales -y los paquistaníes prooccidentalizados como Benazir Bhutto-. La Constitución vuelve a estar vigente, (la mayoría de) los presos políticos han sido liberados, se han reabierto los canales de televisión... sí, pero, ¿y los jueces depuestos?

Por primera vez desde el golpe militar con el que Musharraf tomó el control en Pakistán, el Tribunal Supremo había plantado cara al dictador y se había convertido en un símbolo de la lucha democrática. Todo ha vuelto a su lugar menos los jueces, que siguen bajo arresto domiciliario y han sido substituidos por unos títeres al servicio del presidente. Sin Justicia, ¿de qué democracia hablamos?

No digo que Musharraf no haya hecho cosas buenas, por supuesto: el país se ha desarrollado económicamente más que nunca en su historia, se ha estabilizado políticamente -por primera vez los parlamentarios han acabado un mandato-, las clases más populares por regla general le apoyan y, sobre todo, los políticos paquistaníes tienen poco que envidiarle en términos de corrupción. Pero de ahí a creerse que Pakistán va hacia una transición democrática cuando acaba de dar un paso tan grande hacia atrás, hay un abismo.

En Birmania están igual: después de aplastar con balas, palos y torturas (resumiendo, claro) la revuelta liderada por los monjes, la Junta Militar dijo que creaba un enlace directo para hablar con la líder de la oposición y todos a felicitarles. Fuera del foco de las cámaras, los militares siguen a lo suyo, erre que erre.

Y poco ha cambiado también en Tailandia: Aunque acaban de votar un Gobierno civil que retome el control del país tras el golpe militar de 2006, el Ejército se ha asegurado mediante decretazos el control del país.



Hay que contarlo o dejarlo por escrito o cantarlo o dibujarlo para no olvidar.

(todas las ilustraciones son de la serie Uniform and Pakistan de *abro*, un artista paquistaní que he descubierto en flickr)

viernes, 21 de diciembre de 2007

Amore disperato: la mia prima state in Italia

Es muy hortera pero sólo tenía 17 añitos cuando salió este tema y andaba recorriendo Italia en tren con tre amici pazzi. Ahora la han versionado para la película Mio fratello è figlio unico, de Daniele Luchetti. Quanti recordi!

jueves, 20 de diciembre de 2007

Si mi madre se entera de lo que hago los lunes...

Próxima parada: mi cama rica, pienso ingenuamente -con las neuronas ya recogidas bajo el edredón- el primer lunes que me encuentro por las calles madrileñas a las tres de la madrugada.
Pero, para mi perdición, lunes tras lunes, martes, miércoles... quienes me acompañan pronuncian direcciones que no coinciden con la de mi portal: un día es ¿Conoces la sala BarCo en Malasaña?; otro, Venga, niña, vamos a echarnos unos bailes flamencos al Candela en la c/Olmo; el siguiente, Podéis ir ahí, nos recomienda el taxista señalando el Templo en Bravo Murillo, un antro con decoración egipcia que huele a vainilla; uno más, Primita, la última en el Moloko, donde nos arrancamos a bailar en la sala vacía y a sacarnos fotos como locos a lo asiático (los primos arriba, el pirata y yo abajo); aún otro, Estamos en el Travelling de la c/Olivar, donde se turnan para ir al baño y yo declino las invitaciones; y el último por ahora, Hemos quedado en el Strock, en José Abascal con Fernandez de la Hoz, un local para olvidar donde descubro demasiado tarde -cuando nos echan de allí a las cinco de la madrugada- que está a tan sólo un minuto de mis deseadas sábanas. Si no me mata mi madre al descubrirlo, me matará Madrid.

martes, 18 de diciembre de 2007

Single en la sala Sirocco

Desde San Bernardo, coges la calle antes del café de la Palma a la derecha y estamos en la sala Sirocco, uno de esos lugares que hasta ahora habían resonado en mis oídos sin encontrar imágenes ni localización en las neuronas.

Bajo las escaleras con la curiosidad de la primera vez —van muchas ya con JM— y me veo en medio de un ejército de gafapastistas madrileños que mueven sus cabezas al unísono y miran concentrados hacia el escenario, hasta oir su voz tomando el control con suavidad, explicándome, presentándome, sugiriéndome dónde dejar la chaqueta, Tomamos una birra, Venga, Vamos hacia delante, Perfecto, Hola, hola, hola repite saludando a izquierda, derecha, delante y detrás, dejándome explorar y perderme sola por la pista, sabiendo que volveré a su lado, que sólo tengo que preguntar y cualquiera me guiará hasta él.

El concierto tiene pinta de ensayo general delante de amigos y Teresa Iturrioz está tan sencilla, guapa y emocionada que me enamoro hasta los huesos al escucharla cantar y a la cuarta o quinta canción he olvidado ya que sobran toneladas de azúcar y me descubro disfrutando y bailando como una loca.

Cuando escuché llévame a dormir supe que lo que quería esa noche era ir a buscarle y suplicarle que me metiese en la cama junto a él.

Tu perrito librepensador
me arrancó una gran sonrisa, así que pongo el vídeo por si alguien la comparte:



Si alguien vive en Logroño o pasará la vigilia de Reyes allí, puede acercarse a ver su debut en el Actual. También habrá allí un recital de la poetisa Ajo, que me perdí cuando actuó en Madrid (snif...).

Posdata de mi prima okupi emocionada sobre un cambio de última hora en la programación del Actual: Vienen los planetas, vienen los planetas, vienen los planetaaaaaaaaaaaaaaas...

domingo, 16 de diciembre de 2007

Tales of the body

Andrea Cruz, de la Cía Au Ments, parece una marioneta japonesa saliendo de una caja de muñecas rusas, una autómata vestida de rojo cambiando sus movimientos mecánicos con cada fragmento musical, reduciéndolos a la mínima expresión y haciéndolos secos, afilados y cortantes. Me encantó la danza macabra que simula los disparos de rifles, ametralladoras y pistolas. Y también sus juegos con luces y sombras entre las que se escondía, un ojo en el ventilador, una caja con pulmones y la lámpara de pixar convertida en perro.

Cosas que hacer en invierno para no morir congelado

Inspirándome en la divertida sección Cosas que hacer en sábado si no estás muerto de Guerra eterna voy a empezar aquí un listado de ideas (siempre provisional, inacabado y abierto a cualquier sugerencia) para pasar el menos frío posible en invierno (algunas irrealizables, otras no).

- Emular a Jonás el antisistema y dejar de currar hasta abril (él no sé si es por ideología, por vagancia, por sus huevos, por locura o por lo que sea, lo mío sería para hibernar bajo un edredón de plumas de ganso especial para temperaturas siberianas).

- Apuntarse a yoga a 40 grados y sudar mientras te estiras como un chicle y fuera el personal se congela.

- Pasar por el Hammam de Jacinto Benavente a medianoche y sumergirte en agua hirviendo-helada-hirviendo-helada y luego quedarte casi grogui en la sala de vapor. Al salir da igual el frío y absolutamente todo y más si lo único que tienes por delante es la cama.

- Vacaciones de invierno (o vivir todo el año) en un lugar tropical.

Álbum abandonado

"Ella acompañada de este chico más bien feucho al que no sé qué le ve", dice el texto de un álbum de fotos tomadas entre Segovia y San Lúcar de Barrameda que rescatamos de una caja llena de recuerdos rotos al lado del contenedor de la basura. "La foto está bien, pero el fotografiado no es ni de lejos tan guapo como la fotógrafa", dice otra página del álbum de Fernando abandonado y Merche abandonante. "En la playa con mi cuerpo serrano", escribió en su día bajo una foto en la que se le ven los michelines.

Y me pregunto si su continuo minusvalorarse, ni que sea entre chiste y chiste, habrá influido en encontrarse hoy tirado a la basura, igual que me pregunto también, con muchos años de por medio, si dejé a X. porque acabé creyéndome su decirme una y otra vez, Soy demasiado mayor para ti, la tengo pequeña, seguro que has disfrutado mucho más con otros hombres, no entiendo por qué quieres estar conmigo, me vas a dejar, vas a dejar, a dejar, dejar.

Mira una moderna

Mira una moderna, te digo, al ver pasar por Lavapiés una con bailarinas, medias rojas, falda ochentera por encima de la cintura, camisa retro, foulard y diadema con plumas, y riéndonos tatareas la canción petarda de putilatex que revivió de entre los muertos el dj en la Escalera de Yakov.

Fuertes aguaceros localizados

Camisas pantalones corbatas calzoncillos calcetines jerseys camisetas llueven bajo un cielo despejado una madrugada de diciembre, acompañados de una tormenta de gritos e insultos. Arrojados desde poca altura —sólo un segundo piso— caen desprovistos de paracaídas y alas estrellándose doloridos contra el suelo, más por el desamor que por el golpe, amontonándose unos sobre otros: abajo lo que había colgado en perchas en su trozo del armario, en medio la ropa de su cajón íntimo –entre la que aparece también un preservativo que ni él recuerda cuánto tiempo lleva allí—, encima, lo último en abandonar el calor de la habitación, las prendas acurrucadas sobre los estantes que andaban ya por el tercer rem.

Ella chilla, Él también. Ella mira hacia abajo con un brillo de ira y satisfacción, Él con confusión y vergüenza. Ella quiere tirarle también por el balcón, Él no quiere bajar ni siquiera por las escaleras.

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Dos amores a la vez (II)

¿Pero voy a renunciar al sexo con 27 años? ¿Pero lo voy a dejar todo por el sexo? me preguntas, te preguntas en voz alta por enésima vez.


Me gustan tus preguntas porque no tengo respuesta para ellas. Me encanta hablar contigo hasta altas horas de la madrugada. Sé que la respuesta la tienes que encontrar tú pero no estoy segura de cómo reaccionaría yo tampoco. Después de dos días finalmente escuchándote cara a cara, creo que, aunque esté todo en contra, deberías volver a intentarlo y enseñarle en la cama lo que has aprendido estos meses (él también ha aprendido, creo). Me acuerdo con mi primer novio lo guay que era volver a vernos después de las vacaciones de verano y sorprendernos mútuamente. Y sigo pensándolo ahora cuando mis amantes se van con otras: ojalá haya aprendido alguna guarrada nueva que pongamos en práctica. Y si no sale bien, pues no ha salido bien, pero si la relación no está agotada y después de tantos meses no te lo has sacado de la cabeza, inténtalo otra vez, chiqui. Imagino que yo optaría por lo contrario a lo que te digo y aplicaría en la vida cotidiana toda la magia y creatividad que me han enseñado otros.

Al final, si te das cuenta, en todos los casos se trata de tomar la iniciativa y no fijarse tanto en lo que da cada uno sino en poner tú sobre la mesa -o entre las sábanas- lo que quieres.

Dicho lo dicho, estaría muuuuuuuuuuuuuy bien organizar un viaje loco con colegas y olvidarte de la vida entera durante un rato.

martes, 11 de diciembre de 2007

Freno de emergencia

Hazlo todo más rápido. Hazlo. Como siempre. Pero más rápido. Lo de siempre. Hazlo mucho más rápido. Mucho más. Así creerás que no haces la misma mierda de siempre y te alegrarás la vida. La mierda de siempre, pero más rápido. Más deprisa, para no enterarte. Una más, pero a toda hostia.

Cromos de luxe

Dos amores a la vez

Si me preguntas con quién quiero pasar el día, reir, tener niños, inventar, te respondo que con X. Si me preguntas que con quién quiero pasar la noche, hacer el amor, abrazar, te respondo que con Y.

Me estoy volviendo loca, no sé qué hacer.

Yo tampoco sé qué contestarte, niña linda, Díselo a los dos y si lo aceptan, no sigamos hablando y pásatelo pipa, si no lo aceptan tienes que elegir, pero sea lo que sea primero descréete los matrimonios hasta que la muerte os separe, los príncipes azules, los hombres de mi vida, incluso el amor en los tiempos de cólera que es quizás de los pocos que se resisten a que los derribe. Alguien es hoy el amor de mi vida y puede no serlo mañana por mí, por él, por ella, por las circunstancias, que no podemos leer el futuro, preciosa, ni podemos idealizar el pasado porque somos aún muy peques para eso y nos queda un montón que disfrutar por delante y otros amores de la vida que conocer.

Siempre recuerdo cuando nos conocimos. Hablabas de un amor tan sólido como el hierro, denso, irrompible. Pero te fuiste al epicentro de una falla tectónica y tras varios terremotos aparecieron grietas en el suelo que se convirtieron en abismos cuando te asomaste de puntillas desde el borde. Creo que X. se traga la vida demasiado rápido y tú no tienes tanta prisa, aunque ahora lo veas purísimo sin pecado sin defecto inmaculado no lo es, te lo estás imaginando.

Poco más puedo decir, primita. Tírate por el abismo y no te caerás de pie pero tampoco quedarás tan malherida para no poder levantarte y seguir caminando.

Au revoir

(son palabras prestadas pero dicen lo mismo que sentía hace unos meses)

Dices que algo me pasa: qué pasa. Yo no sé qué contestar para decirte que, pasar, pasa de todo, pero poco queda por pasar.


lagrimill.

Cromos de luxe
, un regalito de Peio, pintado y coloreado por Sonia Pulido.

lunes, 10 de diciembre de 2007

Hipocresía desde una tropical piscina balinesa

Las delegaciones que han volado hasta la cumbre del cambio climático en Bali han generado tanta polución en sus viajes como 20.000 coches en un año.

sábado, 8 de diciembre de 2007

Como el hierro al imán

Es inútil resistirse, me digo, al despertar en otra cama pensando en ti. Me muero sólo con imaginar que quizás no tienes el móvil encendido o no contestas o no quieres verme o simplemente no a secas. Pero al escuchar tu voz alegre con un hola guapísima es peor, mucho peor porque mientras bajo de tres en tres las escaleras del metro para verte sé que estoy perdida hasta la médula.

En un cuento (por los que suspiran las niñas de colegio de monjas)

Me agrada de vez en cuando que me traten como una princesa, pasar la noche en un palacio de amplios ventanales, que enciendan velas alrededor, dormir en un colchón donde sería imposible notar un guisante, recibir besos suavísimos, escuchar música clásica al despertar, que me ofrezcan una toalla blanca y gigante limpísima entre más de una decena, meterme en una ducha de hotel de lujo, que me enjabonen con geles carísimos, aclararme bajo un fuerte chorro de agua que sale directamente del techo, vestirme con lentitud y cerrar la puerta tras de mí dándome de cabezazos por saber que, más allá de una noche, esta vida de cuento me resulta aburridísima.

Desayuno dulce de madrugada ( o el guapo de la fiesta, según O.)

Llego y me tropiezo con sus ojos marinos, le miro desde lejos después y descubro la sonrisa enigmática que asoma tras el porte cool de caballero parisino, es una imagen tan insólita en la fiesta que me da miedo que quede rota por una conversación banal y no me acerco, pero su primera respuesta es conscientemente ficticia y la siguiente aún más y cuando me doy cuenta estamos inventando un mundo, colándonos en él con identidades nuevas, burlándonos de la vida pasada, hasta que me invita a desayunar en su cama y no hay quien se niegue. Recuerdo después, ya desnudos pero aún intactos, haber bebido zumo de naranja, café con leche y tener los pezones recubiertos de deliciosa mermelada de arándanos.

Entre tus libros

El primer libro de tu estantería es La mujer del teniente francés, uno de mis novelones románticos favoritos, y aún sin conocerte sigo mirando alrededor y te apareces entre las neuronas muy lista, muy fuerte y con una atracción misteriosa y especial.

jueves, 6 de diciembre de 2007

Felicidad femenina

Ponerme los pantalones de tu ex y que me queden un pelín grandes (sonrisill.). Sí, somos unas zorras.

martes, 4 de diciembre de 2007

Planeando el próximo asesinato (con polonio)

Pasa frente a ti una escena sacada de un libro de John le Carré: una barca con dos ejecutivos encorbatados remando en mitad del lago del Retiro una mañana de diciembre. La única posibilidad es que sean espías.

Mago

Te sacas de la chistera los mejores kebabs de Madrid y después una cerveza tras otra en una ruta nocturna por los bares de conde duque y malasaña. El hechizo sigue más allá de medianoche, más allá de las dos y cuando a las cuatro me doy cuenta de que puede amanecer y seguiré sin tener sueño, desaparezco, imaginando al cerrar la puerta que desplegarás todos tus trucos de magia sólo para ella.

Borrachera de lunes

Subo a tu mundo rosa y sentadas en el suelo alrededor de la mesa marroquí se cuelan cervezas heladas y limoncello en una conversación nocturna por varios continentes, décadas, planetas, generaciones, mientras tu visión inocente se me enreda suavemente por los pelos y los llena de plantas recién regadas, obras de teatro, peces con leones, mujeres y amores, entre otros muchos cuentos de vida.

El taxista que me devuelve a casa, no podía ser de otro modo, no escucha la cope ni es pepero ni racista ni homófobo ni anticatalanista ni otras virtudes venenosamente contagiosas de la capital. Al llegar de madrugada ansío con locura que esté en mi cama y, mezclando los deseos con la realidad, me desnudo ruidosamente, subo a horcajadas sobre su cuerpo y le follo -y se deja- con una mezcla de urgencia, locura y felicidad.

La noche no es para mí

En el antro siniestro pinchan una versión de este tema de Vídeo de 1983 y bailamos, saltamos, me coges de las manos y pienso en lavadoras, facturas, abuelas, listas de la compra, bricolaje y demás técnicas retardantes para no besarte.

Oscuro agujero del tiempo

Por uno de los callejones de la Gran Via nos metes en un agujero oscuro, colgamos el invierno y descendemos a otra dimensión temporal donde, menos nosotros, todo es negrísimo (sus pelos), rojísimo (sus labios), blanquísimo (sus colmillos). Y bailamos, bebemos, miramos, disfrutamos, nos excitamos entre medias-de-rejilla botas ligueros faldas-a-cuadros lazos corbatas lágrimas-falsas sombras-de-ojos piercings tatuajes mientras ellos se exhiben, se encadenan, se aparean a mordiscos.

Una margarita en el Cock

Entramos y recorro con la vista la coctelería esperando encontrar a R. R. con un vaso de whisky cerca. Sin testigos, no puedo evitar pedir una margarita y saborear, aún antes de probarla, la mezcla del cóctel con la sal que rodea la copa.

De cervezas por Bélgica

Rememora J., vasco, que en restaurantes belgas te ofrecen una cerveza como aperitivo, otra distinta para los entrantes, una más fuerte para el plato principal y la última, algo más afrutada, como conclusión gastronómica.

Drácula improvisado

Rompes un palillo, te pones las dos mitades en la boca a modo de colmillos, me miras, no puedes evitar que se te escape una sonrisilla traviesa y me muero de la risa. Quisiera saber dibujarte y colgarte en las paredes de mi habitación.