Mucho decirlo y poco hacerlo, por fin me puse en pantaloncito corto y top para hacer yoga a cuarenta grados como llevaba meses recomendándome Raquel. Y sí, sólo empezar la clase decidí inmediatamente que iba a volver... al descubrir en primera fila una maravilla de tobillos finos + muslos prietos + culo perfecto + top mínimo + nuca comestible + pelos mulatos rizadísimos que se dobló como una goma hacia atrás y al verme hipnotizada me guiñó un ojo travieso.
miércoles, 9 de enero de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario