Algunas veces, en los cambios de estación me salen alas o las piernas se convierten en una cola de pez o los dientes se transforman en colmillos y escribir pierde todo su sentido.
Esta vez ha reaparecido entre ornitorrincos, paquidermos, albatros, termitas, alciones, anacondas y aves de rapiña diseccionadas por R. R. en Manual de literatura para caníbales. Lo he devorado sin salir de debajo del edredón. Fuera diluviaba.
sábado, 19 de abril de 2008
Cambios de estación
Publicado por minimono en 11:07
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2 comentarios:
Bien, de vuelta al negocio.
Qué tanto berlusconi debía de tener frita...
...el cambio primaveral....a mi me produce catarsis también...a veces buena, a veces mala...ayyy
Besicos
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