Atraviesas el ciprés fúnebre y llegas al paraíso. Sólo queda el mar, muy lejos, escondido entre la bruma, y una montaña, otra, otra y otra, cada vez más próximas, por las que tirarse rodando y llenarse el pelo y la ropa de tomillo, flores y hierba. Más cerca aún, tanto que lo puedes tocar, crece un olivo que me hizo pensar en la Sicilia de Camillieri y una mimosa ya sin flores bajo la que plantamos dos tumbonas y empezamos a planear cómo no regresar.
La niña María Isabel Francisca de Asís de Borbón y Borbón. La Chata
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La niña María Isabel Francisca de Asís de Borbón y Borbón. La Chata.
Princesa de Asturias. (1851-1931). Bernardo López Piquer. Óleo lienzo, ca.
1857. Pal...
Hace 4 semanas
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