Siento el culo muy abierto, roto más bien, caliente, viscoso, mientras cierro los ojos bajo el agua de la ducha.
Él ya no está, pero recuerdo haberle dicho un rato antes: "Ven. Clávamela en el culo".
miércoles, 30 de mayo de 2012
¿Orden o súplica?
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