Cuesta creer que ya ha pasado una semana,
cuando aún es tan fácil cerrar los ojos y volver a
danzar en el infierno con ellos, entre ellos, con la boca
entreabierta sobre el cuello de ella, tibio y dulce, y los
colmillos suplicándome permiso para morderlo y darse un festín de
sangre, y el resto de mi cuerpo a merced de las manos de él, llámandolas, gozándolas y chillando que lo recorran
violentamente sin dejar de danzar.
En El Living, entre videoclips de los 80s.
sábado, 20 de octubre de 2012
Entre su cuello y sus manos
Publicado por minimono en 15:07
Etiquetas: amigos, buenos_aires, fiesta, placeres
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario