domingo, 29 de diciembre de 2013

Delirium tremens (ola de calor)

Décima madrugada a 32 grados en Buenos Aires.
Amanece a 14 grados bajo cero en Moscú. 
Mi cuerpo respira, transpira, da vueltas, insomne.
Saca una botella de vodka del congelador.
Abro la boca.
Vierte un trago helado.
Trago.
Vierte más vodka, demasiado, demasiado rápido.
Desborda mi boca, los labios agrietados de sed.
El chorro de vodka no cesa.
Al levantarme corre mentón abajo, pringando salientes y recovecos oscuros, muslos, tobillos.
Me mira.
Meada de vodka, digo, río, tiemblo.
Se desnuda, se aleja del frío, rumbo al infierno de rodillas.
Me abro, quemo, jadeo.
Una y otra ola de calor.

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