lunes, 28 de julio de 2008

Chapuzón (de culo) en el Manzanares

Siempre más allá de Camorritos, ascendimos a la Bola del Mundo en otra expedición mítica en la que nos cayeron encima todas las estaciones del año.

Por el camino nos adelantaron aventureros salidos de la Antártida, Felipe el Alquimista encontró setas mágicas debajo de mierdas de vaca secas, mi compi chef se sacó de la mochila unos bocatas gourmet a dos mil metros de altura e Ironman marcó el paso del descenso.

Ansiosa por bañarme en el Manzanares, no esperé a nadie y mis pies me lanzaron de espaldas, aterrizando de culo.

Pasos y pasos y muchos pasos (y chapuzones en bolas) después, con una cerveza helada me dolía un poco menos.

1 comentarios:

Tina Paterson dijo...

Camooooguiiiiitos!
D.