Levantar la mano y subirme al coche del primer desconocido que se detiene a mi lado un frío viernes por la noche. Darle mi dirección, cerrar los ojos, olvidar el trabajo, sonreir de felicidad al escuchar unas notas de jazz asomando de su CD y quedarme prácticamente dormida hasta que me avisa de que estamos frente a la puerta de mi casa.
Quédese con el cambio y muchas muchas gracias.
YO SOY LA PRIMERA Y LA ÚLTIMA
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Retiro: YO SOY LA PRIMERA Y LA ÚLTIMA.
Límites del arte contemporáneo en relación al goce, el placer y el éxtasis.
Imparte: María Llopis
Fecha: 4 al 6 de A...
Hace 2 meses
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