domingo, 28 de junio de 2015

Carne asada

fui una flor de bondiola a la parrilla, asada muy lentamente; del derecho, caricias bajo la camiseta limón, del revés besos caníbales en el cuello nuca hombros omóplatos; alejándome del fuego con abrazos hasta quedar fugazmente dormidos, avivando las llamas al rasgar -uñas tenedor- caderas ombligo espalda; una vuelta más con la que el asador observó la pieza, otra clavándome el cuchillo para comprobar el punto de cocción, en un ritual tortuoso al aire libre que multiplicó el sabor delicioso de la ansiada carne cuando finalmente fue servida.

0 comentarios: