domingo, 14 de enero de 2018

Electrofilia


"[...] Acerqué la mano despacito y lo toqué. Fue la primera de muchas. Ah, la sensación es incomparable. El hormigueo te sube y te llena de vida. Primero te agarran los espasmos en los músculos. Se contrae todo como cuando tenés sexo y acabás. Pero esto es mucho mejor, porque te viene apenas arrancás. Después la sangre se vuelve loca y te da taquicardia. El corazón bombeando a todo lo que da es un espectáculo. No creo que haya otra cosa que te haga sentir el cuerpo como lo hace la electricidad. Es maravilloso [...]"


Electrofilia, de Juan Diego Incardona, publicado en Revista 27.
Ilustración: Floripo

Fundido en rojo

"Comenzaron a hacer el amor. A Dilan le gustaba que Dulce María, de vez en cuando, contemplase su miembro lleno de sangre menstrual, manchado, pegajoso (...)
Pegajoso, rojo, sucio, endemoniado, caliente, camuflado, pintado como un indio apache, dispuesto para la decapitación, para el máximo sacrificio, devuelto al origen, devuelto a la sangre de mi madre, devuelto por defecto imposible de reparación, devuelto por mala fabricación porque la Gran Perra de la Naturaleza se equivoca, se equivocó, dijo Dilan, mientras embestía a Dulce María y Dulce María se sentía amada y follada como nunca antes la habían amado y follado.
Dilan colocaba su verga pegajosa a la altura de la boca de Dulce María. Ella la contemplaba. (...)
Y Dilan y Dulce María hicieron el amor mucho rato (...). 
Luego se ducharon juntos (...) Como la ducha de Dulce María era muy grande, se sentaron los dos en el suelo mientras caía el agua desde arriba, un agua caliente, que se llevaba los flujos, la sangre y el semen." 

El luminoso regalo, Manuel Vilas

miércoles, 29 de julio de 2015

Terrorista económico


Fue identificado por la policía como David Marjaliza.
47 años. Complexión normal, pelo moreno, ojos castaños, traje y corbata.
Cómplice del exsecretario general del PP madrileño Francisco Granados.
El terrorista estaba especializado en estafas.
Tenía una empresa constructora como tapadera.
Construyó un zulo.
En su casa.
Para enterrar dinero robado.
En el momento de su detención poseía 33 millones de euros.

¿Son los androides creativos?



Convertida en capital mundial de la inteligencia artificial, por Buenos Aires hay esta semana robots que retratan a quien se posa frente a ellos, otros que improvisan coreografías junto a bailarines, otros más que crean un lenguaje propio a partir de fotografías de ojos de espectadores... ¿son los androides creativos?

lunes, 27 de julio de 2015

¿Vivimos o vegetamos?

"Vivir en monotonía las horas mohosas de lo adocenado, de los resignados, de los acomodados, de las conveniencias, no es vivir la vida, es solamente vegetar y transportar en forma ambulante una masa informe de carne y de huesos. A la vida es necesario brindarle la elevación exquisita de la rebelión del brazo y de la mente"

Severino di Giovanni (1901- 1931, fusilado), anarquista italiano emigrado a Argentina.
Cita de "Severino di Giovanni" de Osvaldo Bayer

Saxo


Saxo   sexo  sexy saxo saxosexo sexxosaxosexooOO
variaciones ínfimas de una melodía deseada

redes de kéfir


Se comunican a través de foros de Internet. Quedan en casas de desconocidos. Regalan tarros de vidrio llenos de seres diminutos. Susurran instrucciones a los que se inician. Alimentan con agua y azúcar. Fermentan durante 48 horas. Cuelan la pócima, le agregan limón exprimido y se la beben. Y el ritual vuelve a empezar, de mano en mano, de oído en oído, extendiéndose a través de redes invisibles hasta que caes en ellas.

lunes, 13 de julio de 2015

Chau, cuervo burlón


viernes, 3 de julio de 2015

Luna invernal en Buenos Aires



Dolores Fonzi (en La patota)


Dolores Fonzi, Paulina en La patota, se desprende de la piel de víctima y se viste la de heroína, defendiendo la soberanía sobre su cuerpo y su mente ante quienes la quieren, pero no comprenden su decisión. Ante juicios y presiones, Paulina se mantiene firme y arrastra a quien la observa (enamorándote irremediablemente). No desobedece una orden, sino un orden, dice Claudia Acuña, y ese lugar donde el director, Santiago Mitre, clava el cuchillo,  en el diálogo entre feminismo y clase social, hiere al espectador y lo ahoga en preguntas.