martes, 8 de enero de 2008

Agujero en el estómago

Me llama el pirata a la una y media de la madrugada y me dice que se queda con unos colegas viendo una peli. Estoy liadísima delante del ordenador y probablemente hoy no dormiré, así que debería suspirar agradecida. Pero, en cambio, al escuchar que no viene a dormir se me hace un agujero en el estómago. Abismal. Sin fondo. Al meter la mano allí se me impregna de un dolor viscoso, caliente, reconocible al instante por más lejano que quede en el tiempo: le quiero. Y al darme cuenta me pongo a reir y llorar como una imbécil.

4 comentarios:

sònia dijo...

aiaiaiaiai!! què bonic!!! ja explicaràs, no???

petunets,
sonix

minimono dijo...

Sí, prometo explicar-vos-ho tot quan tinguem unes birretes davant :)

petonikus,
m.

confin dijo...

Podrías hacer el murcielago en el sofá.

minimono dijo...

Por supuesto. Estoy deseando averiarme la espalda para que venga tu practicante a inyectarme inzitan.