sábado, 10 de mayo de 2008

Hipótesis científica: somos idiotas

Dice Rafa Reig, respondiendo a una carta en la que se pregunta si ¿hay diferencia entre ser idiota y hacer el idiota?

Creo que ninguna: uno es, por dentro, lo que hace por fuera. Esto es método científico: a partir de la observación de la realidad se formula una hipótesis (estos tíos son idiotas) y se diseñan experimentos para probarla: si fueran idiotas, podríamos ganar el referéndum de la OTAN; pensarían que el PSOE es de izquierdas; se creerían que laicismo es que, en lugar de una sola religión estatal, haya más todavía; se convencerían de que el Ejército es una fuerza de paz; aceptarían que la solidaridad es quitarles aún más derechos a los inmigrantes; o incluso aplaudirían que Jesús Caldera se constituya en think-tank (algo así como tanque o bidón de ocurrencias, ese botijo de pensar puesto a la sombra). A estas alturas, claro, nuestra idiotez ya se ha consolidado como tesis científica y pocas opciones caben: la pedagogía zapateriana (abrirles los ojos a los pobres idiotas) o la condescendencia del PP (consolar a los idiotas diciéndoles que son grandiosos, una gran patria, de las mejores del mundo, etc.)

Y nosotros, ¿qué hacemos? La opción A es no dejarse avasallar: no somos vasallos. Antes se usaba la expresión “hacer de menos”: que no te hagan de menos, hijo, recomendaban los padres, no te dejes tratar como un subalterno. Para que no nos hagan de menos, habría que decir que no. La opción B es convertir la idiotez en astucia pueblerina: dame pan y llámame tonto. A mí me parece que hemos pedido a gritos la opción B: dame un AVE, baja las hipotecas, dame 400 euros, ayudas para la vivienda, etc.


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1 comentarios:

sònia dijo...

Nena!!! On et fiques??' fa moooooooolt que no sé de tu, maaaaaaaaaassa!! Espero que sigui perquè estàs de puta mare,. jeje.

Quan vens per Barna? Tinc un unt de coses que explicar-te.

petunets,
sonix