Las protagonizan dos hombres viejos. Solos. Y mucho más solos aún cuando se estrella contra sus aletargadas vidas una familia de inmigrantes y las llena de palabras incomprensibles, risas, música, gritos, comida, palabras, escupitajos, lágrimas y un deseo feroz de dejar de ser zombies vivientes y volver a encontrar sentido a sus vidas ayudándoles. O intentándolo.
Hay millones de protagonistas anónimos, muriéndose de soledad en las grandes y modernas metrópoli.
La niña María Isabel Francisca de Asís de Borbón y Borbón. La Chata
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La niña María Isabel Francisca de Asís de Borbón y Borbón. La Chata.
Princesa de Asturias. (1851-1931). Bernardo López Piquer. Óleo lienzo, ca.
1857. Pal...
Hace 4 semanas
1 comentarios:
Totalmente de acuerdo. Pero la soledad no es sólo cosa de metrópolis. También hay millones de personajes solitarios en pueblos remotos y perdidos. Se lleva dentro. Vayas donde vayas.
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