En cohete hacia el cielo (de colores)

 Mientras los gobiernos del sur de Europa hunden al viejo continente más y más en la mierda y reculan, recortan y retuercen pescuezos, Argentina viaja en cohete hacia la vanguardia social. El Senado aprobó ayer sin un solo voto en contra (¿alguien se lo puede imaginar en España?) las leyes de muerte digna y de identidad de género, así que aquí hoy toca celebrar. 
 
Quien sea mayor de edad en Argentina puede ahora decidir si rechaza o no un tratamiento, aún cuando esa decisión implique la posibilidad de morise. Cuando un enfermo terminal sea incapaz de decidir por sí mismo, por encontrarse en estado vegetativo, serán sus familiaries quienes podrán decidir, sin miedo a represalias, poner punto y final a esa agonía.

Por fin, Selva Herbón podrá despedirse de su bebé, Camila, que nació muerta por una complicación en el parto, pero fue reanimada y conectada a un respirador artificial del que nunca ha podido independizarse. Lleva casi tres años siendo un vegetal. Por fin, enfermos terminales como Melina González, una joven que nació con el síndrome de neurofibramatosis y falleció a los 19 años tras enormes sufrimientos, podrán elegir si quieren o no poner fin a su vida, que les pertenece sólo a ellos y a nadie más.

Estoy a favor de la muerte digna, de la eutanasia, del suicidio... cuando las personas toman la decisión libremente, sabiendo quizás que su elección puede causar un gran dolor a los familiares más cercanos. Eso sí, espero que esto no sea un paso más hacia Un mundo feliz y en unos años el FMI decida rebajar el "riesgo financiero" de que vivamos demasiado presionándonos para que cuando estemos enfermos y necesitemos tratamientos carísimos decidamos renunciar a ellos y morirnos felizmente drogados. Que yo encantada, pero habrá quien no.

Por  otro lado, cuando la ley de identidad de género entre en vigor, cualquier persona mayor de edad en Argentina podrá modificar su nombre, foto y sexo en el DNI con un simple trámite administrativo, sin que sea necesaria una operación de reasignación sexual previa, como exigen leyes más restrictivas en otros países. 

Igualmente, los tratamientos hormonales y las intervenciones quirúrgicas para desarrollar la identidad serán gratuitas y se accederá a ellas sin necesidad de que lo autorice un juez, previo peritaje psiquiátrico. "Antes había que demostrar sufrimiento, decir que se estaba en el cuerpo equivocado, que de chiquita a esa persona le gustaba la decoración femenina o tenía sensación de odio hacia sus genitales. No se afirmaba que se estaba ante una elección personal, sino ante una especie de error de la naturaleza, una fatalidad", afirma la abogada Paula Viturro.

"Por fin se abrió la puerta al reconocimiento de la diversidad sexual. Fui perseguida toda mi vida. Fui arrestada, encarcelada, vilipendiada, ultrajada y apaleada. [...] Esta ley es importante para todos los que vienen detrás, para las nuevas generaciones. ¡Que gocen todo lo que nosotros no pudimos disfrutar", exclamó emocionada Malva, quien a sus 90 años es la travesti más anciana de Argentina.