miércoles, 3 de junio de 2009

Cena kaiseki

¿Alguna vez han cocinado para ti un festín de 14 platos y te han ido sirviendo uno a uno, explicándotelos con detalle, mostrándote cómo hay que comerlos y siendo incapaz tu anfitrión de no mirarte de reojo para ver cómo los saboreas todo y lo disfrutas?

El rijoso propietario del ryokan Fujioto de Tsumago, emocionado por encontrar a una bella signorina en ese pueblo remoto de Japón con quien practicar su italiano, preparó este banquete inolvidable:

Carpaccio de ternera tiernísima

Un maki de arroz rosado, de una variedad de principios del siglo pasado recuperada recientemente

Abejas cocinadas en miel, salsa de soja y sake, a las que se atribuyen propiedades afrodisíacas

Tempura de hierbas de la montaña, recolectadas esa misma tarde por su mujer

Un tomate de los mejores que he probado en los últimos años, de una variedad autóctona de la costa oriental japonesa, traído expresamente para la cena

Ternera laminada y setas en shabu shabu con salsa de mostaza

Perca negra cocinada durante 24 horas con salsa de soja y sake para que se pueda comer de la cabeza a la cola sin que se noten las espinas

Pincho del primer arroz recolectado con salsa dulce, la comida con la que los campesinos locales celebran desde hace décadas una buena cosecha

Soba (fideos de trigo negro) fríos mojados en salsa de soja con wasabi

Dos trozos de tofu recién hecho con salsas miso distintas por encima

Tallos de bambú crujientes

Shiitake, maitake y bunashimeji fritas con hierbas japonesas y con un cierto toque picante final, uno de los platos de setas más deliciosos que he comido en años

Gelatina de judías rojas

Y un surtido de frutas, entre las que había un par de fresas que tenían un sabor que creía que ya no existía.

Llevé la cámara pero se me olvidó usarla. Y tras el último bocado, se me saltaban las lágrimas.

2 comentarios:

Tina Paterson dijo...

Guauuu!
D.

Anónimo dijo...

Qué placer!!!!