El ascensor bajaba tan rápido que daba vértigo. Y con aire travieso, apretaste otra vez el botón y repetimos el descenso. Llegamos abajo y muertas de risa subimos para tirarnos por tercera vez. Al atravesar las puertas, esta vez hacia fuera, olíamos a un jabón impresionantemente caro. Recogimos a Mario y cruzamos madrid nocturnamente.
YO SOY LA PRIMERA Y LA ÚLTIMA
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Retiro: YO SOY LA PRIMERA Y LA ÚLTIMA.
Límites del arte contemporáneo en relación al goce, el placer y el éxtasis.
Imparte: María Llopis
Fecha: 4 al 6 de A...
Hace 2 meses
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