Me perdí las primeras cervezas y para cuando llegué a la Casa del Pez iban ya por su segundo gintonic con pepino y el final de un gramo.
La diferencia de sustancias tóxicas entre sus venas y las mías no impidió que a los cinco minutos me sintiese atrapada en su conversación alterada y sus risas y desease no irme nunca de allí. Pero, mientras saboreaba un raro cóctel de ginebra con limón, naranja exprimida y hierbabuena, les observaba sabiendo que me iría a casa y ellos seguirían deambulando, insomnes, por los antros de Madrid.
Instintivamente, memoricé a un desconocido que bailaba al final de la barra por si lo necesitaba después.
YO SOY LA PRIMERA Y LA ÚLTIMA
-
Retiro: YO SOY LA PRIMERA Y LA ÚLTIMA.
Límites del arte contemporáneo en relación al goce, el placer y el éxtasis.
Imparte: María Llopis
Fecha: 4 al 6 de A...
Hace 2 meses
0 comentarios:
Publicar un comentario