No me esperaba una polla así de grande. Ni tan preciosa.
Había cerrado la puerta. Bumbumbumbumbum. Me cogió la mano, me la puso encima y fue al agarrársela cuando me di cuenta. Se me abrieron los ojos como platos y sonreí como una imbécil. Y seguí sonriendo cuando se la guardó y desapareció, con una mirada cómplice como toda despedida.
No logré dar pie con bola el resto de la noche. Ni pensar en otra cosa.
Quiero más.
YO SOY LA PRIMERA Y LA ÚLTIMA
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Retiro: YO SOY LA PRIMERA Y LA ÚLTIMA.
Límites del arte contemporáneo en relación al goce, el placer y el éxtasis.
Imparte: María Llopis
Fecha: 4 al 6 de A...
Hace 1 mes
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