Se apagó el artista León Ferrari a los 92 años y las televisiones argentinas dejaron por unos minutos de televisar en directo cada paso de este maravilloso papa austero, moderno, cercano, rebelde, casi punk para poner el foco en ese blasfemo al que Francisco criticó años atrás.

Además de provocar (como recuerdan por aquí y por allá) y ganar bienales, Ferrari fundó el numeroso "Club de impíos, herejes, apóstatas, blasfemos, ateos, paganos, agnósticos e infieles" y pidió al papa la abolición de los infiernos.
Polvo.
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