Tapamos su cuerpo con un mantel, y en ese momento me hablaste de quienes cubrían las guerras de reportajes, artículos, emisiones, encuestas, desde sus despachos de Londres o nueva York. Fingiendo olvidar el precio del barril, en nuestra conversacionón surgieron los odios ancestrales, las catástrofes humanitarias, los procesos democráticos obstaculizados.
- Ya verás, van a explicar esta carnicería a raíz de la rivalidad entre los bantúes y los pueblos del Nilo –dijiste con una acritud que no te conocía.
- Yo pensaba que en esta región todos eran bantúes…
- El antropólogo de turno encontrará tantas etnias como haga falta y se dirá que se han odiado siempre y que no han hecho otra cosa que matarse entre sí… O bien recordarán que hace veinte años el indeseable presidente visitó a Gaddafi o Fidel. Y en todas las pantallas del planeta, en todas las radios se le presentará como un terrorista sanguinario. Y la organización de todo este escándalo se le pagará con el abaratamiento del barril. ¿Cómo decía el viejo Marx? “Promete al capitalismo un trescientos por ciento de ganancia y ningún crimen lo detendrá”. Siempre vigente…
Réquiem por el Este, de Andreï Makine. Tusquets
Explica cómo los espías rusos fabricaron y desfabricaron con sólo descolgar teléfonos y asistir a fiestas parisinas. A ratos pone los pelos de punta.Y entran ganas de coger la chupa y salir corriendo.
0 comentarios:
Publicar un comentario