miércoles, 13 de agosto de 2008

Fuegos artificiales

No mires hacia abajo. No-mires-hacia-abajo. Nomireshaciaabajo. Siento cómo el vértigo me invade, poco a poco, todo el cuerpo. Ha sido suficiente mirar un segundo hacia el fondo del barranco de Poqueira. Una mirada de reojo, sólo con el rabillo del ojo, como cuando veo películas de terror. Ajeno a mi miedo, el autobús sigue serpenteando hacia arriba, más y más alto tras cada curva.

Ese mismo barranco huele a pólvora esta noche. Los fuegos artificiales de Capileira iluminan de colores el precipicio mientras el ruido de cada cohete rebota en las montañas lejanas y vuelve vuelve vuelve...

0 comentarios: