El puente del 15 de agosto se podía recorrer la Comunitat Valenciana de fiesta en fiesta. Elegir, por ejemplo, una procesión de la virgen de la Asunción como entrante, comer una paella popular, de postre acercarse a un puerto para revivir el desembarco de los cristianos, cenar fideuà y arriesgarse a perder varios dedos entre los petardos de una mascletà antes de salir a bailar al ritmo de una orquesta.
Hay tantos pueblos adornados con el escudo de los cristianos y la media luna árabe que los diarios regionales han seleccionado sólo los mejores 50. Dispuesta a no parar, leo los programas con un rotulador rojo entre los dedos. Pero cinco minutos después ya tengo un motivo más para envidiar a mi compañero Javier: no sólo disfruta de temperaturas que permiten comer helados sin que se derritan y se baña en aguas sin medusas, sino que puede asistir a conciertos de grupos de renombre.
La elección por estas tierras está complicada: dudo entre el espectáculo musical Movimentsway Show Dance la Magia del Baile en el campo de fútbol de Turís, a uno de variedades con mascletà en Albalat dels Tarongers o a la macrodisco móvil de Sot de Chera, en la que prometen go-gos, streepers y fiesta de la espuma. Ante semejante oferta, el pirata y yo nos decantamos por cenar primero una fideuà en Ribarroja y després ja veurem.
El alcalde saluda a la afición
Llegamos en el momento justo: los cocineros anuncian que la comida ya está lista a los centenares de espectadores hambrientos que aguardan impacientes detrás de una valla. Entra en acción el alcalde, que estaba calentando en la banda, saluda a la afición, se arremanga y sirve el primer plato entre vítores.
Ya sólo le quedan por servir 999 raciones, o lo que viene a ser lo mismo, 99, 9 kilogramos de pasta. Son las cantidades que me ha soplado un cocinero cuando, con la intención de saltarme la cola, he dicho que era periodista y he enseñado la cámara de fotos y una libretita. He salido de allí con dos platos bien cargados y nos hemos dirigido a unas mesas de plástico con sillas de plástico, vasos de plástico y cubiertos de plástico que había allí cerca.
Ningún crítico gastronómico aprobaría la fideuà a menos que fuese amigo del alcalde o llevase, como en mi caso, dos semanas a base de bocatas y tapas.
Podríamos haber disfrutado de una maravillosa velada amenizada por la orquesta Golden allí mismo. Pero quisimos arriesgarnos a probar el plato más indigesto del menú: “Espectáculo musical con la actuación humorística Los Quillos, Almudena (de Gran Hermano), la vedette Rocío Madrid y Vicente Seguí (de Operación Triunfo)" en Torrent. Por suerte para nosotros, aunque dimos vueltas y vueltas por todo el pueblo, no logramos encontrarlo.
La niña María Isabel Francisca de Asís de Borbón y Borbón. La Chata
-
La niña María Isabel Francisca de Asís de Borbón y Borbón. La Chata.
Princesa de Asturias. (1851-1931). Bernardo López Piquer. Óleo lienzo, ca.
1857. Pal...
Hace 4 semanas
0 comentarios:
Publicar un comentario