miércoles, 24 de octubre de 2007

El Orfanato

No se te queda dentro como Mataharis.

Pero se vuelve inolvidable si se ve en el Coliseum un domingo a las ocho de la tarde. Y se comparte el miedo, las risas nerviosas, el silencio, los sustos y la progresiva locura de Belén Rueda.

(hoy he soñado con el caminito de conchas que hace el niño...)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Se agradece el calorcillo de alguien al lado cuando ves una peli de miedo. jeje
Sola, me hubiese pirado del cine!

Me río al acordarme de las risillas nerviosas que salían de las butacas después de las escenas de sustodequetecagas! jajajajaja

No es una super peli pero vale la pena para una tarde dominguera.

minimono dijo...

Ja te dic, tia. Jo també m'hagués sortit del cinema, jajajajajaja.

La próxima vez que vaya a Barna a ver si quedo con Jonás.

wella dijo...

Quan sentia les rises després de pegar els crits de por, pensava: "bueno, al menys sé que no he saltat de la cadira jo soles".
Es veu que les rises i les pors són universals.