Como no podía ser de otro modo, en Tokio las bicicletas son mucho más numerosas que los coches. Y millones de ellas circulan cada día por sus (amplias) aceras y parques, por los callejones y por el lado izquierdo de las carreteras, sin que a nadie le llame la atención.
Por descontado, nadie intenta robarlas, así que basta con apoyarlas contra una pared e inmovilizar la rueda trasera con una simple arandela.
Igualito igualito que Madrid.
Creo que se nota lo mucho que he disfrutado hoy:
sobre la peli de Balearic
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La entrada sobre la peli de Balearic se publicó primero en Maria Llopis.
Hace 1 mes

1 comentarios:
Qué mona!
D.
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