Reventé.
Las manos heladas, la frente hirviendo.
Y por la boca escupí el cansancio de días y días corriendo de casa al trabajo, del trabajo a Kim y de Kim al trabajo, del trabajoaKim, Kimytrabajo, trabajoKim, Kimtraba...
Y vomité también nervios periodísticos, hambre acumulada, frío calado hasta el tuétano, peleas conyugales, frases enquistadas, amoryodio juntos y revueltos, rabia sin destinatario fijo, soledad -aún apretujada a diario entre miles de personas en un lata de metro- y tras todo esto, aún tuve que abrir más y más la boca para sacar de ella un enorme cartel con un ¿pero qué diablos estás haciendo, capulla?.
Y sí. Desde la cama, entre mimos, entendí. Entre otras cosas, que somos tres y tengo mucho que cambiar; también, que me sobran carne y huesos para ser una superheroína.
Gracias, amor. En esas ando. Con las manos más calientes, la frente más fría: reequilibrándome.
La niña María Isabel Francisca de Asís de Borbón y Borbón. La Chata
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La niña María Isabel Francisca de Asís de Borbón y Borbón. La Chata.
Princesa de Asturias. (1851-1931). Bernardo López Piquer. Óleo lienzo, ca.
1857. Pal...
Hace 4 semanas
2 comentarios:
un petonet enorme para que te recuperes.
Los reequilibrios siempre son una buena salvación.
Un abrazo enorme desde el otro lado del Atlántico, con un sol abrasador en plena montaña.
Ptons ;-)K.
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