sábado, 15 de septiembre de 2012

De avestruces a gallos de pelea

Leí La pasión según Trelew, de Tomás Eloy Martínez.


Hace 40 años, en Trelew, una pequeña y tranquila ciudad patagónica, 
todos escondieron la cabeza, 
nadie dijo nada 
cuando llegaron los primeros presos políticos, 
ni cuando empezó a formarse allí una peregrinación de familiares los días de visita, 
ni cuando se crearon los primeros lazos entre los que vivían allí y los recién llegados, 
ni cuando 25 presos se fugaron y arrestaron a 19 de ellos, 
ni cuando una semana después 16 de esos 19 murieron fusilados,
ni cuando el régimen justificó la matanza asegurando que los carceleros actuaron en defensa propia,
ni siquiera cuando un mes más tarde allanaron casas del pueblo y arrestaron a 16 vecinos.

Pero cuando el comunicado oficial les acusó de colaboracionismo, entonces, de golpe, se levantó (y organizó) la ciudad entera.

Siempre hay una gota que colma el vaso.

3 comentarios:

Lena dijo...

Brindo por la gota que colma el vaso!

Salut!

mar dijo...

Sí, brindemos por ella!

Alejandra dijo...

yo brindo por el gallos de pelea