Intuyo que al entrar en contacto con el volante de uno de estos bólidos te invade un espíritu maligno que te obliga a cosas insólitas por las calles de Barcelona como nunca ceder el paso a otros vehículos –y menos aún a las bicicletas-, nunca bailar en su interior, nunca escuchar música con el volumen al máximo, nunca llevar la ventanilla bajada, nunca contenerse las ganas de tocar el claxon hasta dejar sordo al personal, nunca piropear ni entablar conversación alguna con mujer u hombre que pasen cerca y, por supuesto, nunca jamás sonreír a un transeúnte mientras esperas impaciente en un semáforo en rojo. Debe ser un espíritu serio, aburridísimo y con muchas prisas.
Por suerte, algunos se rebelan contra semejantes ocupantes, como explica una amiga en su blog.
YO SOY LA PRIMERA Y LA ÚLTIMA
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Retiro: YO SOY LA PRIMERA Y LA ÚLTIMA.
Límites del arte contemporáneo en relación al goce, el placer y el éxtasis.
Imparte: María Llopis
Fecha: 4 al 6 de A...
Hace 2 meses
1 comentarios:
Sí, sí, sí!!!!!!!!!1 Alguien tenía que decirlo!!!!
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