domingo, 3 de agosto de 2008

Juego de espejos (rotos) bajo tierra

Me pierde su cuerpo oscuro y enorme sólo verle entrar en el vagón.
Me siento. Se sienta.
Le miro. Me mira.
Le sonrío. Me sonríe.
En Plaza Castilla se levanta y con la mano tendida susurra: Ven. Ven conmigo.

0 comentarios: