sábado, 3 de diciembre de 2011

The first day of the rest of my life

Me he despertado con un ataque de vértigo, como si en vez de en la cama me encontrase en una cornisa pirenaica, paralizada sin saber por dónde bajar. Pero Kim no ha tardado en rescatarme, con un gesto que de tan cotidiano me ha hecho sonreír: me ha cogido de la mano y no me la ha soltado hasta que me he levantado, hemos ido a la cocina y le he abierto la nevera para que cogiese un yogur.

Una horita después llegábamos a un Retiro matutino, laborable, prehibernal y desierto. Y allí, inesperadamente, las notas de un saxo han invadido el silencio, dejándome claro que no voy a echar de menos vivir encerrada en una redacción.

Por la noche me ha venido a la cabeza el tema The first day of the rest of your life de Timo Maas con el que me despedí de Indonesia y de las noches de 72 horas ininterrumpidas de Stadium:




La foto es de Viviendo en Madrid