sábado, 3 de diciembre de 2011

Pajas patrocinadas por el deseo del prójimo

No codiciarás la mujer de tu prójimo, advierten las sagradas escrituras, y quizás por eso, ahora que llega el frío, corremos a arder en el infierno:


Mua. Hasta luego amor,
dice ella antes de volver a la cama, bajarse las bragas y pensar que es su jefe el que le mete la mano en el coño y se lo agarra con fuerza, introduciéndole los dedos, restregándoselo contra su rabo, mientras le tapa la boca y le ordena que no gima, que ni se le ocurra hacer ruido pero, sabiendo que no puede verla, le desobedece y se retuerce de placer.


Con el otro lado de la cama frío ya, él se despierta súperempalmado y se lleva la mano a la polla acordándose de cómo se bamboleaba el culo de su amante cuando se la folló contra la mesa redonda.Otra ahoga en la ducha matutina, recreando el polvazo que echó con el portero negro de esa discoteca, las ganas no correspondidas de follar.


Es una tarde con poco curro y en el baño otro cierra los ojos para imaginar que se la está chupando la nueva becaria y que lamerá la leche que derrame sobre sus tetas.


Ya en casa, una más lee y relee los sms que ha intercambiado durante la última semana con el profesor de su hija antes de meterse en la cama y buscar el consolador que esconde, incluso a su marido, al fondo del tercer cajón.


Uno, el enésimo ya, busca porno en internet y se la machaca en solitario viendo a una rubia que se parece a.


La penúltima se corre restregándose contra la almohada, con la oreja enganchada al teléfono, escuchando la voz grave del novio de su amiga asegurándole que le comerá su coñito rico hasta que le ahogue.


Y hay muchos y muchas más.

0 comentarios: