jueves, 1 de diciembre de 2011

Sanseacabó Público (para mí)

Ayer fue uno de esos días de montaña rusa, llorando a la mínima, riendo sin motivo, a ratos sin saber qué hacer ni cómo irme de una redacción llena de gente a la que voy a extrañar muchísimo y a la que intenté decírselo:


Glups.

Hoy es mi último día en la redacción y no puedo evitar pensar en ello sin que se me salten algunas lagrimillas por todas las imágenes acumuladas en el coco en estos cuatro años:

Público me llevó a descubrir Madrid, una ciudad caótica, acogedora y fiestera (sólo eché de menos más celebraciones merengues ;-).

Por estos pasillos me enamoré hasta la médula del pirata y he tenido con él una personita que no para de crecer, descubrir, reír y forzarme a ser mejor persona.

Aquí aprendí a trabajar en una redacción, con la suerte de estar rodeada de compañeros excepcionales (Óscar, gracias por una complicidad sin igual, ya tú sabes cuánto te voy a extrañar; Trini, gracias por todas las dudas, conspiraciones y alegrías compartidas en conversaciones que espero que sigan online; Henrique y Joan, fue breve pero intenso, mucha suerte) y de un gran jefe, Carlos Enrique, que pelea cada día porque Internacional luzca como una sección con muchísimos más recursos de los que tiene. También me llevo un recuerdo genial de muchísimos de vosotros y de los barrilones, templos y otros antros bebidos y bailados lejos de la moqueta radioactiva.

Gracias a Público también tuve la oportunidad de conocer el fascinante Afganistán, que me dejó boquiabierta por la generosidad y hospitalidad de su gente y me hizo avergonzarme aún más de una guerra a la que ahora queremos poner fin pactando con los mismos fundamentalistas que estaban en el poder hace diez años; y también, cómo olvidarlo, tuve la suerte de que alguien pensara en mí para pasar un verano loco por el sur de España, ligando y divirtiéndome como una enana, mientras Salas empalmaba borracheras por el norte.

La verdad es que me hubiese quedado tan ricamente en mi rinconcito, me encanta espiaros cuando entráis y salís por la puerta y ver a quién le miráis el culo ;-) . Pero creo que es poco honesto escribir de diferentes países si no puedes, aunque sea cada cierto tiempo, patearlos, sentir las vibraciones que transmiten, escuchar lo que se dice en los autobuses y en los cafés y preguntar sin prisas y sin la frialdad de un teléfono o internet de por medio. Por ese motivo, más las ganas compartidas con Mario de levar anclas y llevar a Kim a conocer otros mares, decidí embarcarme con ellos en la aventura de cruzar el charco, aún sin conocer Argentina ni conocer a nadie allí; sólo con muchas ganas y preguntas que me persiguen desde hace años: cómo todo un continente vira a la izquierda cuando el resto del mundo está empeñado en ir al revés y si no hay forma de qué, con todo lo que nos une a Latinoamérica, aparezca más en los medios españoles. Espero encontrar respuestas y algunas de ellas escribirlas en las páginas de este periódico, que confío que saldrá adelante y por el que espero seguir peleando desde el Cono Sur.

Estoy ilusionada como una niña con zapatos nuevos, pero reconozco que también estoy reacojonada, muertita de miedo, así que todos los ánimos, consejos, contactos y brebajes tranquilizantes serán bien recibidos, esta tarde-noche los que os acerquéis al Barrilón a compartir unas birras de despedida o cualquier otro día: marcentenera@gmail.com

Os esperamos al otro lado del mundo. Allí tendréis, desde el año que viene, otra casa.



Se acercaron muchos compañeros a tomarse una (o muchas) a nuestra salud y a abrazarnos, a besarnos, a desearnos suerte y a sacar recuerdos almacenados en las neuronas: cómo colgaban los cables cuando llegamos, cómo pretendía Nacho que no tuviéramos cajoneras sino taquillas, los números cero que se quedaban a medias porque no llegábamos, cómo curramos día y noche al principio, las borracheras continuas de los primeros meses, las fiestas que nos hemos pegado, los ligues que ha habido,
los que hay
y los que espero que habrá durante muchos años más.

1 comentarios:

Tina Paterson dijo...

Qué bien escribes...

Snif..
D.