lunes, 30 de julio de 2007

Polaroids anónimas

Antes de dirigirme al andén, memorizo la cabellera pelirroja y los ojos oceánicos de ese saxofonista inmóvil en la estación de Atocha.

Como siempre, me pregunto donde irá pero hoy tengo también en la cabeza la respuesta del director José Luis Guerín sobre qué tienen para él las mujeres desconocidas:

"Es una gran ilusión, un gran hálito vital que tiene que ver con los destinos no vividos. Me atrevo a hablar de unos fantasmas femeninos que gravitan en muchos hombres y que tienen que ver con las vidas potenciales, los destinos. Cuando uno toma una elección, sobre ella gravita toda la fuerza y la melancolía de todas las elecciones no tomadas. Creo que muchísimos hombres, con vidas familiares ejemplares, tienen siempre el recuerdo imborrable de alguna muchacha en el momento de cruzar una esquina y el sentimiento de una pérdida, de que ahí podía haber algo más que una ilusión."

Y digo yo que también mujeres al pensar en hombres desconocidos. Y mujeres en otras mujeres. Y hombres en otros hombres.

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