Un matrimonio de abuelos de Texas logró hacerse con un contrato de ocho millones de dólares para garantizar la seguridad durante la construcción de una carretera en Afganistán. La máquina registradora siguió sonando cuando llegaron otros.
En septiembre empieza el juicio por su presunto fraude de 17 millones de dólares.
Y es sólo la punta del iceberg.
Vi la historia hace semanas en el blog de Guerra eterna
YO SOY LA PRIMERA Y LA ÚLTIMA
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Retiro: YO SOY LA PRIMERA Y LA ÚLTIMA.
Límites del arte contemporáneo en relación al goce, el placer y el éxtasis.
Imparte: María Llopis
Fecha: 4 al 6 de A...
Hace 2 meses
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