Uy, ya verás, los argentinos, qué guapos son, qué seductores, qué peligro, que bla bla bla, me decían antes de venir para aquí.
Pasó un mes, luego dos, tres, cuatro, cinco...
y porteños guapos hay, porteños salidos repasando el culo de todas las tías que pasan por la calle también, pero... ¿peligrosos?
Por regla general, los porteños ni te miran (a los ojos; el culo siempre), pero la excepción que confirma la regla aparece y empieza a enrollarse y enrollarse y enrollarse... algo que a las catalanas, pues como que... no. (o no... la mayoría de las veces).
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Las pruebas por ahora son escasas y poco concluyentes, quizás algún día nos comemos la teoría con patatas.
3 comentarios:
Todo llegará.
Ya verás.
Bella.
D.
eso te pasa por irte tan lejos, si estuvieras aquí, no te salvaban ni los bomberos. Reguapa!
Jajajaja! Sí, a quien se le ocurre irse de esta españa campeona nuestra en la que hoy millones deben andar playeando o piscineando mientras en Buenos Aires nos pelamos de frío...
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