Frente a tu hotel, quince minutos antes de preguntar si tienes un sofá en el que dormir,
se me clava
el frío en los huesos mientras me acompañas a esperar un taxi que no llega,
la botella de vodka en las costillas recordándome que hoy tenía una fiesta a la que, imbécil, no fui,
el vértigo en el estómago al ser consciente, de un sólo golpe, de que ya no nos entendemos,
el deseo en las entrañas persiguiéndome para robar un coche y derretirme en sus brazos al llegar finalmente a casa.
Frente a tu hotel, quince segundos después, contestas riéndote "tengo dos camas pero antes las dejaría subir a ellas que a ti" y,
siento como me agarras con fuerza el corazón, le pegas un mordisco voraz, lo escupes al suelo helado.
Echo a andar, lloro, sigo andando, llorando pero
ya no siento frío ni la botella ni vértigo,
tan sólo un sabor amarguísimo en la boca.
YO SOY LA PRIMERA Y LA ÚLTIMA
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Retiro: YO SOY LA PRIMERA Y LA ÚLTIMA.
Límites del arte contemporáneo en relación al goce, el placer y el éxtasis.
Imparte: María Llopis
Fecha: 4 al 6 de A...
Hace 2 meses
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